El puertovarino Javier Chamy Garrido (19 años) vive un nuevo capítulo en su carrera deportiva. Tras cuatro temporadas de formación en el básquet escolar estadounidense, el ex alumno del Colegio Germania y formado en las series menores del CDSC Puerto Varas se integró a Bishop State Community College, donde combinará estudios en Business con la exigencia del básquet universitario. En su paso por el baloncesto escolar en Estados Unidos vistió la camiseta de la Schoolhouse Preparatory de Miami y más tarde de la Downey Christian School de Orlando, bajo la conducción del entrenador Patricio Alerte, acumulando distinciones individuales y títulos que marcaron su crecimiento competitivo.
Ubicada en Mobile, Alabama, ciudad portuaria del sur de Estados Unidos en la costa del Golfo de México, Bishop State Community College es una institución pública fundada en 1927, reconocida por su aporte académico y deportivo. Sus equipos, los Wildcats, participan en la División I de la NJCAA, dentro de la Alabama Community College Conference (ACCC), una de las conferencias más tradicionales del baloncesto junior college.
El programa masculino de baloncesto ha sido una plataforma para que jugadores proyecten sus carreras hacia la NCAA. Entre sus exalumnos recientes destacan Kevin Kogbara, quien llegó a la University of Delaware en la División I, y Marvin McGhee IV, que continuó en Cal State–Bakersfield. Aunque el equipo no ha conseguido títulos nacionales NJCAA, sí ha sido protagonista constante en su conferencia y ha mantenido una reputación de competitividad. En la temporada 2024-25, los Wildcats cerraron con un récord de 20 victorias y 11 derrotas (9-7 en conferencia), con un sólido desempeño en casa (13-3). A nivel histórico, el club también celebra la campaña del equipo femenino, que bajo la dirección de Elston Turner Sr. logró el campeonato estatal de 1999 y marcó una era con más de 250 victorias en 17 temporadas.
En ese escenario competitivo, Javier Chamy inicia su camino universitario con la meta de seguir evolucionando como base, consolidar su crecimiento físico y técnico, y abrirse paso en el exigente circuito del básquet estadounidense, siempre con la mirada puesta en alcanzar el profesionalismo y vestir algún día la camiseta de la selección chilena.
De la emoción al desafío universitario
“El momento en que recibí la noticia fue una mezcla de emoción, alivio y motivación. Era lo que yo quería, por lo que trabajé, y un paso más en mi objetivo”, cuenta Javier desde Alabama. Agradece especialmente a quienes lo acompañaron en este proceso: “Mi coach, Patricio Alerte, y George Alerte fueron quienes gestionaron, enviaron mis videos y me recomendaron. Gracias a ellos llegué acá”.
Lleva apenas dos semanas en su nueva institución, pero ya entrena bajo las órdenes del cuerpo técnico. “He trabajado mucho la preparación física: pesas, correr, llegar fuerte. La diferencia con el básquet escolar es grande, cambia la velocidad, la exigencia física y la intensidad en todo. Ya he tenido conversaciones con los entrenadores y entrenado en técnica individual. También han llegado algunos compañeros y estoy muy feliz por la oportunidad”, señala.
Chamy eligió la carrera de Business, un área que le atrae de cara a su futuro. “Todavía no tengo muy clara la rutina, porque recién la próxima semana comienzo clases y se definirán los horarios junto con los entrenamientos. Sé que la exigencia será mucha y tendré que rendir tanto en lo académico como en lo deportivo”, explica.
Sobre la ciudad, destaca que es un entorno distinto al que conoció en la secundaria. “Está cerca de Florida y el clima es parecido, aunque un poco más frío en invierno. La cultura es mucho más americana: en high school tenía muchos compañeros latinos, pero aquí casi todos son americanos. Igual me gustó, estoy contento”, comenta.
El joven base tiene claras sus metas para la primera temporada universitaria:
“Quiero enfocarme en mí, progresar mucho en mi juego, y luchar por un puesto en el equipo para sumar minutos. He mejorado mi fortaleza física y mi lectura de juego en estos años, ahora quiero trabajar mucho más en mi tiro y en atacar el aro. Mantengo mi perfil, me gusta defender y organizar el juego, pero quiero llegar a ser el mejor jugador que pueda”.
En ese mismo sentido, añade:
“Las expectativas para este primer año son, más que nada, mejorar yo, preocuparme en mí, progresar y, obviamente, aportar al equipo en lo que sea. Primero quiero meterme entre los 12 y ahí después ver si puedo agarrarme en un par de minutos. Pero más que nada este primer año lo quiero tomar como de progreso para estar listo para el siguiente año”.
Sueños y vínculo con Chile
Chamy considera este paso como parte de un camino mayor: “Es un paso más en mi carrera, también en el camino al profesionalismo. Mi sueño es llegar a Europa y a la selección chilena. Son metas grandes, pero voy paso a paso, enfocado en el presente”.
A pesar de la distancia, mantiene la conexión con Puerto Varas. “Sigo en contacto con ex compañeros y con el básquet de la ciudad. En un futuro me gustaría volver a jugar en Chile y, si es en Puerto Varas, sería aún más bonito”, reconoce.
Antes de cerrar, Javier deja un consejo a los jóvenes chilenos que sueñan con llegar al básquet universitario:
“Que se atrevan, que trabajen duro. Nadie les va a regalar nada. Hay que sacrificarse y nunca dejar de soñar, porque si uno se sacrifica y trabaja duro, llega la recompensa”.
Finalmente, dedica palabras de gratitud:
“A mi mamá y papá, a mis hermanos y toda mi familia. A mi Head Coach Patricio Alerte, su señora Meglis y su hijo y asistente técnico George Alerte, y a la familia Crespo en Estados Unidos, que me apoyó desde que llegué. También a mis amigos de allá y de acá, que siempre han estado conmigo”.
