El lunes 25 de noviembre de 2024, a los 34 años, falleció Rodrigo Madera Cirio, tras una valiente lucha contra el cáncer que enfrentaba desde hacía algunos años. El destacado pívot chileno-dominicano, de 2.05 metros, nacido en República Dominicana e hijo de madre chilena, dejó una profunda huella en el básquetbol nacional y, también, en Puerto Varas, donde defendió los colores del Club Deportivo Social y Cultural Puerto Varas en la Liga Saesa 2016.
Su llegada a Puerto Varas
En 2016, Puerto Varas venía de coronarse campeón de la Liga Saesa 2015 en la categoría adulta, lo que le permitió participar en la última Liga Nacional 2015-16, donde quedó eliminado en cuartos de final en una ajustada llave frente a ABA Ancud. Con el objetivo de repetir el título y asegurar nuevamente un cupo en la Liga Nacional, el club reforzó su plantel con Samuel Bravo, proveniente del CD Castro, y Rodrigo Madera, desde Español de Talca. Ambos asumieron roles clave, especialmente Madera, quien debía suplir las partidas de Humberto Carrizo al CEB Puerto Montt y Mauro Salinas a AB Temuco. Bajo la dirección técnica de Carlos Iglesias y la asistencia de Mario Minervino, el equipo buscaba consolidar su posición como uno de los protagonistas del básquetbol chileno.
“Son jugadores de selección, Madera y Bravo son seleccionados, más nuestro jugador Renato Vera que también fue nominado a la selección chilena. Tratamos de hacer un equipo competitivo y trabajando como lo hemos venido haciendo esperamos ser campeones”, decía en ese entonces Patricio Narváez, dirigente del club, al diario El Llanquihue, destacando la jerarquía que Rodrigo aportaba al equipo.
Mario Minervino, asistente técnico del equipo, recordó:
“La verdad que hicimos todo lo posible por llevarlo a Puerto Varas y lo pudimos terminar haciendo. Carlos Iglesias ya lo conocía, yo lo conocía de haberlo enfrentado, pero nunca de haber estado en el mismo equipo. Era un jugador muy preponderante en la liga, con un tamaño que no era habitual de ver y que molestaba mucho, sobre todo en temas defensivos. Como persona, era encantador, muy compañero, siempre positivo y dispuesto a ayudar.”
Rodrigo, en su llegada al equipo dirigido por Carlos Iglesias y secundado por Mario Minervino, declaró al canal Puerto Varas TV: “Es un desafío porque vengo a un equipo que salió campeón de la LIBSUR el año pasado, demostró una buena campaña en la Liga Nacional y yo vengo a ayudar, a ser un complemento, a hacer lo que el entrenador me diga y dar el cien por ciento para ganar la LIBSUR nuevamente y poder estar en la próxima Liga”. Por entonces, Rodrigo ya era seleccionado nacional adulto.
Una temporada de entrega total
El primer desafío de esa temporada fue la Súper Copa de la Liga Saesa, donde Puerto Varas, como campeón de primera división, se enfrentó al último campeón de la segunda división: AB Temuco. Rodrigo, junto a Samuel Bravo y Renato Vera, llegó directamente desde una gira por Brasil con la selección nacional, lo que afectó la preparación del equipo. Los lacustres cayeron en un ajustado tiempo extra por 70-66. A pesar del tropiezo, Madera mostró desde el inicio su compromiso con el equipo y la ciudad.
“Rodrigo tenía un temperamento fuerte, lo que a veces al equipo le costaba caro con técnicas”, recordó Minervino. “Pero fuera de la pista y en el día a día era un 10 como persona. Siempre estaba predispuesto, era muy alegre, y ayudaba a todos. Esos recuerdos son los que más atesoro de su paso por Puerto Varas”.
Antes de un clásico lacustre contra el Colegio Alemán en mayo, Rodrigo expresó: “Tenemos aún en la retina la derrota en Temuco, que nos afectó de sobremanera, mientras vemos cómo Osorno y Puerto Montt corren con ventaja. Será una competencia que tendremos que mirarnos de reojo, porque nuestro objetivo es terminar arriba de ambos y ante Alemán no podemos equivocarnos”.
Sin embargo, la temporada tuvo complicaciones. Derrotas claves alejaron al equipo de la posibilidad de clasificar a la Liga Nacional. En julio de 2016, Puerto Varas se encontraba sexto de ocho equipos, sin opciones de jugar la próxima máxima categoría del básquetbol chileno. A pesar de ello, Rodrigo nunca eludió las dificultades. “Nos aferramos en lo deportivo a ganar la Liga Saesa. No queremos dejar a Puerto Varas sin competencia de básquetbol”, declaraba con firmeza. Su cercanía con la hinchada, especialmente con la barra “Los Incansables 6”, siempre fue destacada. “Era un jugador que se daba el tiempo de compartir con el público, incluso en las derrotas”, decía por aquel entonces Franco Sánchez, vocero de la barra.
Finalmente, Puerto Varas terminó quinto en la fase regular de la Liga Saesa. Logró avanzar al Final Four tras vencer a CD Castro en playoffs, pero en esa instancia no consiguió ganar ninguno de los tres partidos, mientras CD Valdivia se coronaba campeón. Rodrigo cerró su temporada con promedios de 8.9 puntos, 6.3 rebotes, 0.6 asistencias y 20:07 minutos por partido.
Un regreso a Puerto Varas
Rodrigo Madera dejó el club tras esa temporada, continuando su carrera en CD Castro. Sin embargo, Puerto Varas volvería a ser escenario de su talento en el 2021, cuando defendió a la Universidad de Concepción en la Supercopa de Chile. A pesar de dolores físicos, fue parte del equipo campeón que venció a Atlético Puerto Varas por 64-67.
En una entrevista para Noticias UdeC en enero de 2022, recordó: “Todo empezó en la Supercopa en Puerto Varas. Pasó en el primer partido contra Las Ánimas. No sentí nada durante el juego, pero después me comenzó a molestar la zona inguinal. Pensé que en la noche pasaría, pero no fue así”. A pesar de sus molestias, jugó 10 minutos en la final, en el que sería uno de sus últimos partidos en el básquetbol profesional.
Un legado que trasciende
Rodrigo Madera será recordado no solo por su talento en la cancha, sino también por su calidad humana. Su compromiso con los equipos que representó y su conexión con la hinchada dejaron una huella imborrable. Entre las numerosas muestras de cariño, destacan las palabras de su ex compañero Johany Gallardo:
“Fuiste un guerrero, siempre dijiste ‘la voy a pelear y ganar’. La luchaste como lo hiciste siempre dentro de la cancha. Tremenda persona, excelente amigo. Me quedo con los mejores momentos que vivimos en Puerto Varas, donde nos conocimos gracias al básquetbol. Gracias por todo, amigo, vuela alto y descansa en paz. Te quiero, hermano querido”.
Minervino también compartió su pesar tras la noticia:
“Todavía estoy bastante golpeado. Rodrigo fue alguien que generó una amistad conmigo, no tan cercana, pero algo que solo el deporte puede dar. Espero que descanse en paz después de haber luchado tan duro estos últimos años y que su familia encuentre consuelo. Fue muy grato haber sido su entrenador.”
Rodrigo Madera Cirio siempre será recordado en Puerto Varas como un ejemplo de entrega, pasión y humanidad. Su legado permanecerá vivo en el básquetbol chileno y en los corazones de quienes tuvimos el privilegio de conocerlo.
Recortes de prensa: Diario El Llanquihue.