La XXV versión del Encuentro de Mini Básquetbol “Hermano Gorgonio” volvió a consolidarse como una de las actividades formativas más significativas del sur de Chile. Durante tres jornadas, más de 600 niños y niñas participaron en un evento que celebró la convivencia, el juego y el aprendizaje, reafirmando el espíritu que desde hace más de dos décadas caracteriza a este tradicional encuentro escolar.
Las categorías Kinder, Semillita, Premini y Mini fueron protagonistas de un ambiente lleno de entusiasmo y deporte. En total, participaron catorce establecimientos y clubes deportivos provenientes de distintas comunas desde Concepción hasta Puerto Montt, lo que otorgó al torneo un carácter interregional y diverso.
Una logística a gran escala: 115 partidos en 10 canchas simultáneas
Este año, el Encuentro Hermano Gorgonio alcanzó una magnitud pocas veces vista. La programación contempló 115 partidos distribuidos en diez canchas en paralelo, ocupando los gimnasios del Colegio Germania, Colegio Felmer Niklitschek, Grupo Escolar Puerto Varas, Colegio Inmaculada Concepción y el Gimnasio Fiscal de Puerto Varas.
Las jornadas se desarrollaron entre el jueves 6 y el sábado 8 de noviembre, con actividad continua desde las 9:00 hasta las 19:30. Cada delegación tuvo múltiples encuentros y experiencias en distintos escenarios, reforzando la intención del torneo de permitir que todos los niños y niñas jueguen la mayor cantidad posible de partidos.
Delegaciones desde Concepción a Puerto Montt
Esta edición reunió a los colegios San Ignacio de Concepción, Domingo Santa María, Salesiano Padre José Fernández, San Francisco Javier, Arriarán Barros, Pumahue e Inmaculada Concepción de Puerto Montt; además de Kopernikus de Frutillar, el Colegio Alemán de Puerto Varas, Felmer Niklitschek, Germania del Verbo Divino, Inmaculada Concepción de Puerto Varas, Colegio Puerto Varas y el Club Deportivo Huachipato de Talcahuano.
La variedad de delegaciones dio vida a encuentros dinámicos donde la participación y la convivencia estuvieron por sobre cualquier intención competitiva, honrando la esencia del minibásquetbol.
Actividades destacadas: ceremonias, clínicas y espacios de integración
La programación del evento incluyó momentos especialmente diseñados para fortalecer el vínculo entre niños, profesores y familias. Entre ellos destacaron:
La ceremonia Kinder y Semillitas del día viernes.
Actividades formativas como “Estrellitas damas” y “Estrellitas varones”, realizadas el sábado por la tarde.
Un espacio libre en el patio techado del Colegio Inmaculada, donde equipos y profesores coordinaron partidos espontáneos.
A esto se sumó la participación del equipo U17 de Puerto Varas Basket, que el sábado realizó una clínica abierta para los niños y niñas asistentes. Los jugadores compartieron ejercicios, fundamentos y dinámicas con las categorías más pequeñas, aportando al espíritu formativo del evento y conectando a las nuevas generaciones del básquetbol comunal.
Clausura y reconocimiento a una década de trabajo
La jornada final estuvo marcada por la tradicional piñata, uno de los momentos más esperados por los niños y niñas. Con ella se dio por finalizada la vigésimo quinta versión del encuentro, que reunió a un total de 623 participantes.
Durante la ceremonia de clausura se agradeció el compromiso de cada establecimiento y se reconoció especialmente la labor del profesor Pedro Montiel, quien por más de una década ha sido un pilar fundamental en la organización y desarrollo exitoso de este evento emblemático del minibásquetbol regional.
Agradecimientos y proyección
La organización expresó su profundo agradecimiento a la Municipalidad de Puerto Varas, al Colegio Felmer Niklitschek, al Colegio Inmaculada Concepción de Puerto Varas, a Germania y al Grupo Escolar por facilitar sus espacios deportivos y permitir que esta edición alcanzara una escala tan significativa.
La XXV versión del Encuentro Hermano Gorgonio deja como balance una experiencia formativa sobresaliente, reafirmando que el deporte escolar sigue siendo un espacio esencial para el aprendizaje, la amistad y el desarrollo integral de niños y niñas. La tradición continúa, y ya se proyecta una nueva edición que seguirá fortaleciendo el espíritu que ha marcado a generaciones del básquetbol formativo del sur del país.
